La segunda historieta se basa en una costumbre clásica de la ciudad: las obleas. El debate parece acallado por los medios pero ahí está: cuál es el límite de sabores y salsas cuando de obleas se trata. Yo soy de la escuela del arequipe exclusivo, pero más que una cuestión de gusto, es una cuestión de coherencia.
Con ustedes el comienzo de la producción del segundo Automaticómics:
La inspiración viene de una foto que pueden ver acá.
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