Gracias a que durante los primeros días la Feria del Libro de Bogotá [realizada en mayo de 2011] parecía un pueblo fantasma, pudimos sacarle 10 minutos a
m . a . noregna y tener la conversación que registramos a continuación. [Una versión más corta de este texto aparecerá en MENÚ #4]
Pablo Guerra: ¿Cómo va la feria?
m . a . noregna: No hay queja pero tampoco una gran celebración aún.
pg: ¿Cómo has visto la “fanzineridad”? ¿En qué sientes que está la cosa?
m . a . : Pues salvo dos o tres stands más aparte de esta peculiar sociedad en la que estamos acá [el Stand Lee] no veo mucho movimiento. Igual es la misma gente que viene desde hace siete u ocho años y otros que son más recientes como el caso de Boris Greiff con Ficciorama que ha sido bastante juicioso.
pg: ¿Eso significa que hay pocas cosas nuevas o que no pasan por este espacio?
Yo creo que no hay muchas cosas nuevas pero igual la misma gente de siempre sigue produciendo. O sea nosotros, Ficciorama, Inu y Andrés Frix con la gente de espacio R-101. Al momento no he visto más.
pg: Y en cuanto al tema de la recepción del público. Comparándolo con tu experiencia en otros lugares cómo lo has percibido.
m . a . : Hasta el momento tampoco he percibido mayor cosa por parte del público (Se ríe). Sí se han vendido algunos fanzines míos pero en mi ausencia así que no he podido saber cuál ha sido la reacción.
pg: Por lo que he visto, la gente los compra porque los conoce.
m . a . : Sí, es el consumidor de fanzine que ya sabe exactamente de qué se trata. Es un poquito triste también por ese lado, o sea llama a pensar qué más hay que hacer para moverlos. Ya sea decirle a la gente y enseñarle qué es un fanzine y que pueden hacer sus fanzines. Talleres, difusión y estas cosas o estar metiéndoselos todo el tiempo por los ojos, que es lo uno suele hacer. Uno carga unos cuantos en el bolso siempre y dice “ah, mirá, tomá”. Y que casi siempre uno termina regalando más de la mitad de lo que produce pero la verdad no he visto mucha recepción por ese lado. Ahora, hay otra cosa y es que siento que escasea pero igual por fuera de la feria he visto un poquito de interés y un poquito también de producción y es más específicamente por el lado del formato de mini-cómic. Esa es una de las grandes misiones de la actualidad. Alguna conclusión podremos sacar de los resultados que arroje esta feria.
pg: De alguna manera esos procesos son muy de laboratorio, como para un público que ya sigue el proceso y eventualmente de ahí pueden salir cosas más masivas. No es algo que vaya a tener sentido para todo el mundo desde el principio.
m . a . : Igual es que sí es la percepción como de los formatos del medio; se suelen asociar los fanzines con fotocopias, dibujo malo o cierta temática como ser políticamente incorrecto, punk, metal, gore, punk trash. Pero en realidad cualquier cosa es posible dentro de los fanzines. Y eso incluye editar algo con una muy buena factura y una presentación muy agradable y muy bonita.
pg: ¿Y eso sigue siendo fanzine?
m . a . : Eso sigue siendo fanzine. Yo creo que lo que hace al fanzine es como lo que sucede con la definición de punk. No todo el punk es hard core punk ni todo el punk es personas de cresta. Es una cosa más de actitud, del resultado y la sinceridad con que se haga. Y además de la inmediatez, yo creo que es más eso. Produzco algo ya.
pg: Además, una cosa de hacer a mano.
m . a . : De que lo puedo producir a mano. Los niveles de calidad obviamente varían mucho. Estoy de acuerdo con lo que decías vos que es más un proceso de laboratorio. Porque es algo que se produce dentro de ese entorno al que se suele referir como un solo universo llamado underground.
Yo ya lo definiría [de otra manera], pues para mí desde hace rato no hay un underground, hay muchos. Puede haber muchos y a diferentes niveles. Y el mayor underground que existe en este momento, y que a la vez [acoge] al mainsteam, es internet. Ya todo está ahí en el mismo terreno, [elegir] ya le compete a la gente y sus intereses. Y eso sí, definitivamente, internet es el nuevo gran underground, pero por fuera también existen muchos más.
pg: Y al mismo tiempo es el nuevo gran mainstream.
m . a . : Ajá. Y creo que al responder a ese entorno del underground o los underground sí es laboratorio. Los underrground siempre lo han sido. Y es de donde se alimenta el mainstream, son [sus] laboratorios.
pg: Con toda la injusticia que eso implica. Una falta de reconocimiento. Con la música ha pasado un millón de veces... Y es lo que que no queremos que nos pase con la explosión de la novela gráfica.
m . a . : Pero totalmente y es parecido a lo que hablábamos más temprano sobre el mercado del libro ilustrado más específicamente el libro ilustrado infantil; es la aridez. Hay una cantidad de propuestas que gráficamente pueden ser muy bonitas, muy atractivas pero les falta... Eso le está pasando mucho a la novela gráfica: hay muchas cosas que no interesan de verdad. Aunque sigue habiendo [obras interesante], sí hay como una ruptura muy fuerte.
pg: Pasamos a que la maduración de un autor duraba un cierto tiempo y un número de fanzines o publicaciones, participar en ciertas antología. Y pasamos al modelo de Dash Shaw. Un tipo que puede ser muy interesante pero que lo agarraron y decidieron que era el futuro de la novela gráfica medio a la fuerza.
m . a . : Y que no es novela gráfica como decía Joni B tampoco, es un...
m . a . : Pues que "Bottomless Belly Button" no es novela gráfica como tal. Es más como novela gráfica de corte experimental. Hay una narrativa experimental, hay una experimentación gráfica total y manifiesta.
pg: Es yo siento que hay una tensión interesante cuando uno sienta el término de novela gráfica porque fanzine, underground, independiente le permitían a uno asumir un papel más explícitamente experimental. O sea en un Love & Rockets vol. 1 uno se podía encontrar con cualquier cosa. Seguía siendo digamos algo que funcionaba, que circulaba pero que no necesitaba definirse de una manera como tan específica.
m . a . : Sabes que creo que de pronto lo que está pasando a la mayoría de autores es que cada quien está como muy en los extremos. Por ejemplo, la gente de Factum (
http://www.factumcomics.com/) en Argentina tiene una propuesta muy buena. Tienen un blog en el que postean historietas y se trata como de volver al formato de historieta clásica narrativa netamente. Pero eso también es despreciar otras cosas nuevas. Así como la gente que puede estar en la vanguardia, los fanzineros, los más independientes y los que decididamente están en ese mundo de la novela gráfica, la generación MOME, puede llegar a despreciar otros formatos. Yo mismo lo he hecho. Pues yo normalmente me suelo cagar demasiado en esto que solían llamar cómic de evasión, todas estas cosas de Toutain o lo que vino después de los Humanoides Asociados, pues fueron cosas que a todos nos interesaron de niños o de jóvenes y que nos representaron de cierta manera. Pero hoy en día no representan mayor cosa. Pero tampoco hay que cagarse en esas cosas ni en los mismo cómics de superhéroes ni en el manga.
Yo creo que [estar abiertos es] una de las cosas claves, no tangibles en la producción pero sí necesarias para hacer y entender todos esos procesos y lograr productos; Lograr obras, lograr novelas gráficas, novelas cortas, cómic corto, páginas, formatos como tiras o libros ilustrados. Tenemos que asumir una conciencia de que nos tenemos que reconciliar con todas esas cosas y entenderlas.
pg: Gracias por la entrevista.
m . a . : Bueno, gracias también y a ver qué nos sirven mañana en este
MENÚ.
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"Sabrán perdonar el dibujo maluco pero son los deberes del periodista secuencial" -pg |
pg: ¿Qué decías del medio del futuro?
m . a . : Creo que no estamos para seguir carajiando con peleas y, como se suele decir bizantinamente, en estas discusiones bizantinas. No más peleas por estilos, géneros, formatos. Con todo lo hippy que pueda sonar, -obviamente ya tengo la edad suficiente para poder sonar así, tenemos esa edad suficiente para hacerlo-, este es el medio. Este es el medio con mayor potencial de la actualidad. Este es el medio que es. No podemos estar equivocados, no estamos equivocados para nada.