Un aspecto clave a la hora de analizar la historieta de prensa en Colombia es dilucidar la relación que existe entre el arte secuencial, la caricatura política y los personajes caricatográficos. En la historieta se utiliza la secuencia de viñetas para expresar una idea o contar una historia. Si bien no es indispensable que exista un personaje central o una difusión en medios, buena parte de la historieta colombiana en el siglo XX está ligada a la comunicación masiva y a la popularidad de sus principales referentes. A diferencia de la caricatura política, el contenido de los cómics no depende de hechos coyunturales. La historieta puede ser leída y disfrutada incluso cuando el contexto histórico se desconoce o pierde relevancia para el lector.
La página de arriba es considerada la primera caricatura política colombiana. Si bien no se trata de una historieta, es un ejercicio que utiliza una misma imagen repetida tres veces acompañada de textos distintos (“Nuevas aleluyas”, anónimo, xilografía, 1929 en La caricatura política en Colombia,
Beatriz González, 2009).
A comienzos del siglo XX, los caricaturistas experimentan con la secuencia de imágenes para comunicar una idea o contrastar visiones o aspectos de un tema. El caricaturista Pepe Gómez, por ejemplo, produce la página “Comodidades de la vida en Chapinero” en Bogotá Cómico (abajo). Se ve cómo se utiliza un tema que unifica las imágenes como si fueran variaciones que aportan apuntes puntuales y que se agregan a la totalidad.
Bogotá Cómico, No. 57, agosto 17 de 1918. |
Varios caricaturistas colombianos del siglo XX, como Chapete y Merino, desarrollaron un estilo de dibujo cercano al de la tira cómica norteamericana. El caso de Hernando Turriago Riaño (Chapete) sobresale porque además produjo secuencias temáticas como el resumen de semana de El Tiempo y otros ejercicios de secuencias narrativas. Un ejemplo es esta secuencia que registra un recorrido por la ciudad de Nueva York en 1948.
El Tiempo, agosto 3 de 1948. |
Otro uso de la secuencia se encuentra en los diferentes ejercicios que ofrecen un resumen de la semana en cinco o cuatro caricaturas. Si bien su lectura depende de la coyuntura, este tipo de usos del dibujo hacen pensar en la capacidad de concreción que puede tener una secuencia.
El Tiempo, junio 1 de 1969. |
Un caricaturista que navegó entre la historieta y la caricatura fue Pepón, creador de la revista Mini-monos de 1973. Dicha publicación era una continuación de las situaciones cómicas de los personajes del programa de televisión del mismo nombre. Además, en las páginas del Magazine Dominical de El Espectador y las Lecturas Dominicales de El Tiempo realizó ensayos temáticos que en ocasiones recordaban los libros de Rius.
El Tiempo, octubre 10 de 1976. |
Por su parte, en la carrera de Antonio Caballero como caricaturista aparecen varios “cartones” de humor gráfico que utilizan de maneras distintas la secuencialidad y un estilo de dibujo libre que recuerda la tradición del mexicano Abel Quezada y el estadounidense Jules Feiffer. En obras como la historia de Colombia que produjo para Cromos en los años cincuenta desarrolla el ensayo gráfico. Aunque para Caballero el contenido gráfico no es una prioridad, parte de su trabajo como caricaturista y humorista gráfico tiene una fuerte relación con la historieta.
Lecturas Dominicales, febrero 6 de 1972. |
Desde 1983, Pedro Pablo Enríquez, Quique, ha sido colaborador del Diario del Sur de Pasto.
En sus páginas ha explorado distintos tipos de caricaturas e historietas que han registrado los personajes de la ciudad de manera particular. La familia Tarapués tiene una especial recordación en los lectores del diario.
Diario del Sur, diciembre 18 de 1984. |
En el ensayo “El aporte de Ana María Tause al nuevo paradigma de la caricatura. Semiótica, caricatografía y narrativa vital”, Carlos Alberto Villegas Uribe define el personaje caricatográfico como un protagonista de ficción que se resuelve en una sola viñeta. En este tipo de relato gráfico “predomina la función referencial del texto sobre las posibilidades expresivas del dibujo”, por lo tanto, es diferente a la historieta. Algunos ejemplos de este tipo de personajes son Negra Nieves de Consuelo Lago, Aleida de Vladdo, Don Roque de Al Donado y Tatia de la Torre, entre muchos otros.
La Negra Nieves de Consuelo Lago es uno de los primeros personajes caricatográficos de la prensa colombiana. Aunque ha sufrido transformaciones y actualizaciones, no se debe confundir con una historieta.
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