miércoles, 16 de mayo de 2018

Peregrinación comiquera: TCAF 2018

Peregrinación comiquera quiere ser un recuento de nuestras experiencias conociendo el mundo a través de los cómics (y esa temible obsesión que nos causa)

La primera vez que oí hablar sobre Toronto Comic Arts Festival fue en 2007 gracias a una edición curada por el festival para la celebración del Free Comic Book Day de ese año. Entre todas las publicaciones que se distribuyen ese día en las tiendas de Norteamérica, esa revista tenía al especial, una mezcla de autores con estilos muy variados pero un alto nivel de calidad. A medida que fui investigando más sobre el festival, descubrí que era uno de los pocos eventos en los que la lista de invitados incluía un número considerable de autores europeos y, eventualmente, japoneses. 

Estas características se explican por la lógica que articula TCAF, ser una celebración de las artes del cómic y quienes están ampliando sus posibilidades. No en vano, la idea no es reunir una tribu de seguidores de una propiedad intelectual o utilizar la palabra “cómic” para vender muñecos y películas. Se trata de encontrar conexiones, de estudiar lo antiguo y lo nuevo como una continuidad, de hacer realidad la idea de que los que hacemos cómics estamos trabajando en un universo común. Este mes de mayo, y gracias a una Beca de circulación del Programa de Estímulos del Ministerio de Cultura, pude asistir a TCAF por primera vez y experimentar de primera mano esta celebración. 

Word Balloon Academy



Cuando uno tiene mesa en un evento es difícil tener tiempo para asistir a la programación de talleres y charlas. La solución de TCAF es organizar una versión reducida de la programación un día antes del comienzo oficial del evento y exclusiva para los participantes. 

Luego de viajar toda la noche y todavía sin cuarto de hotel, llegué a tiempo para la charla del japonés Inio Asano. La idea original de los organizadores era que el mangaka dibujara en vivo mientras hablaba sobre sus procesos creativos, sin embargo, Asano prefirió hacer una presentación sobre su metodología y nos dejó con las ganas de verlo trabajar en vivo. 
El día terminó con una charla con autores que no se ganan la vida haciendo cómics y que, por lo tanto, tienen trabajos, sobre todo, en otras industrias creativas. Este tipo de conversaciones demuestran que no es fácil para un historietista vivir de su trabajo, incluso en lugares que, desde Colombia, vemos como ideales para dedicarse al oficio de las viñetas. 
Luego vino el fin de semana: la Biblioteca de Referencias de Toronto y sus alrededores se llena de libros y fanzines de muchos lugares del mundo y para todo tipo de lectores. Se dan cita editoriales independientes de Norteamérica con colectivos de autores de distintos orígenes. Lo primero que hay que resaltar de evento es la cantidad de personas que atrae. A diferencia de muchos 

El cómic infantil

Sin duda, uno de los fenómenos de la novela gráfica actual es el éxito del cómic para niños y jóvenes. Unos días antes del comienzo de TCAF se anunció que la editora Gina Gagliano fue nombrada directora de la nueva línea de cómic infantil y juvenil de Random House Graphic. Gagliano empezó su carrera en First Second, uno de los referentes de este tipo de cómics.

De hecho, una de las charlas que más me gustó del evento fue “Comics Coaching 101: Editing Bestselling Kids Comics” (Asesoría de cómic 101: Para editar los cómics infantiles más vendidos). Allí participaron las editoras Susan Van Metre y Cassandra Pelham Fulton junto a las historietistas Jen Wang y Brooklyn Allen con Jonathan Todd como moderador. En la charla se habló sobre la evolución del cómic para lectores jóvenes y su impacto en el mercado y la cultura actual. Las editoras y las artistas compararon experiencias sobre el trabajo editorial de una novela gráfica.

LAAB



Otro de los eventos destacados de mi paso por TCAF fue la entrevista que le realizó David Brothers al historietista Ronald Wimberly. Además de hacer un recorrido por sus influencias, su proceso creativo y los hitos de su carrera, Wimberly habló sobre cómo los historietitas negros se han abierto espacio en el cómic alternativo norteamericano no solo como autores destacados sino además como voces críticas de la actualidad política y social, y de los discursos gráficos de la historieta. Si bien, el examen crítico de los referentes del pasado ha sido una característica central de los autores del cómic alternativo, Wimberly plantea una mirada que revela esos ejercicios como producciones de arte y conocimiento situados, problematizando elementos de la tradición del cómic de los Estados Unidos. En el festival, Wimberly lanzó el periódico de crítica LAAB, en el que, además de los artículos, reproduce varias historietas suyas de hace años: Africa, Lighten Up y un homenaje a Little Nemo in Slumberland. Esta publicación es un manifiesto en proceso que plantea nuevas perspectivas sobre el papel del cómic y sus creadores en el mundo. Sin duda una de las reflexiones clave para el constante desarrollo del arte secuencial. 

The historietas

Al final del domingo se realizó la charla Historistas: Comics in the Spanish Speaking World. Participaron Liniers, Sergio García Sánchez, Nico Naranjo y Constansa Salazar con la moderación de la periodista Heidi MacDonald. Esta charla se destacó porque revela el interés que hay por darle espacio en el evento a la producción de cómics en español en este tipo de eventos. Solo por el público que se acercó a la charla, se hizo evidente que los puentes de comunicación e intercambio entre la historieta alternativa norteamericana y la iberoamericana seguirá creciendo y ampliándose.  

Toronto Comic Arts Festival estuvo a la altura de mis expectativas. Es un evento que hace realidad el diálogo en personas de muy diversos orígenes e intereses. Es un punto clave en el peregrinaje comiquero porque en sus corredores uno puede hacerse una idea del futuro de las viñetas, de su eterna capacidad de renovación. 



Agradezco al Ministerio de Cultura y su Programa de Estímulos por permitirme participar de este evento inolvidable.